Just do it. Lo que tengas que hacer, hazlo.

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Llega Septiembre… Me recuerda mucho a Enero. La vuelta al cole y el mes de los buenos propósitos y objetivos. En Septiembre me pongo a dieta… Después del verano me pongo con el ingles, cuando los niños empiecen el colegio me apunto al gimnasio…

¡Excusas!

¿Tienes que hacer algo? ¡Hazlo ya!

Hay un proverbio chino que dice: «El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora«. Ahora. No dentro de un mes. Ni en Enero ni en 5 años. Ahora.

Todos tenemos excusas. El que escribe (hola) ha sido un gran procrastinador.

Es que no tengo tiempo

Claro. Yo tampoco.

Te entiendo. Es imprescindible que veas ese programa de la tv que llevas tanto tiempo viendo. O quedarte viendo videos de YouTube hasta las tantas en la cama. O estar a todas horas respondiendo los 723 grupos de whatsapp en los que estás metido. Y lo de levantarte un rato antes o acostarte un poco más tarde, mejor ni hablamos, que al día siguiente estaremos muy cansados.

Excusas, excusas y excusas. El que no encuentra tiempo es porque no quiere.

Esto para mi tiene dos nombres:

  1. Falta de motivación: la meta u objetivo que te has planteado no te motiva lo suficiente, por lo que no estás dispuesto a hacer un esfuerzo para llevarla a cabo.
  2. Falta de fuerza voluntad: en ese caso estamos jodidos. Si tienes una meta, que te motiva, pero no eres capaz de hacer un esfuerzo extra para llevarla a cabo lo tienes muy complicado…

Vale. Hemos sorteado estos dos obstáculos, y nos ponemos manos a la obra. Empezamos.

No basta con empezar. Hay que comprometerse

Y aquí viene el error. El compromiso no es con la tarea/objetivo. El compromiso es con uno mismo.

Si te propones algo, no pares hasta conseguirlo. Llámalo disciplina, llámalo cabezonería, llámalo persistencia, ponle el apellido que quieras, pero no pares.

Si es un objetivo tan grande que puede hacernos caer en la desmotivación por no conseguirlo, trocéalo, plantéate pequeñas metas. Y sé realista. Sé muy realista en esas pequeñas metas, que son las que te harán llegar a la grande.

Y no pares.

Por poner un ejemplo, el año pasado establecí conmigo mismo el compromiso de andar diariamente como mínimo una hora. No los paseos con la familia, o lo que andas en tu día a día, etc. Pasar como mínimo una hora centrado en la actividad de andar. Hace poco (anteayer exactamente) tuvimos un día «completito»… Vinieron unos amigos a casa, pasamos el día con los niños, piscina, etc., se nos hizo de noche y nos fuimos a cenar fuera. Cena con amigos, es verano, los niños jugando, se alarga un poco la cosa y llegamos a casa a las doce y cuarto. A las doce y media estaba con las zapatillas puestas saliendo por la puerta. ¿Más cómodo acostarse? Sí. Pero hay que hacer lo que hay que hacer.

El ejemplo es sobre un paseito, pero es aplicable a todo. ¿Quieres aprender a invertir? Tienes que seguir unos pasos y no saltarte ni uno o meterás la pata hasta el corvejón. ¿Quieres adelgazar? Lo mismo. ¿Quieres aumentar tu productividad? Idem. Ad infinitum.

Siguiendo con las citas, una persona muy sabia dijo:

Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes

El maestro Yoda. Esta frase tiene muchos puntos para convertirse en mi segundo tatuaje… (mi mujer me va a gritar cuando lea esto)

 

No hay que darle muchas vueltas.

¿Quieres hacer algo? Pues simplemente hazlo. Tan sencillo y tan complicado a la vez.

¡Nos leemos pronto! 🙂

Siguiendo Juan Vidal:
Fabricante y coleccionista de activos. Tu sherpa a tus objetivos en juanvidal.es Pensionista a tiempo completo y trader y formador a tiempo parcial.
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